
Volviendo al tema arbitral, tengo que decir, que no soy partidario de los enfrentamientos con los colegiados, pero hay que reconocer que los últimos arbitrajes no han sido los mas acertados, por lo tanto, las criticas ayudan a recapacitar si nuestro trabajo ha merecido la pena.
El árbitro, como parte del juego, ha de ser consciente de dónde está y qué
Incidencia tiene en el fútbol como deporte, entendido todo ello en el
sentido amplio de la palabra. El árbitro no es un censor de la ilegalidad, no
ha de basar su labor en la mera imposición de sanciones a los
comportamientos ilegales, sino que ha de guiar el juego para que esos
comportamientos ilegales no lleguen a producirse. Esto es colaborar al
buen desarrollo del juego y, por ende, a la belleza del espectáculo, criterio
básico, para que esto pueda ser así, para que el árbitro, pueda convertirse en actor positivo del juego es necesario partir de una correcta actitud profesional que les permita 1, tener un adecuado conocimiento del juego; 2, poseer una concepción global y relacionada del reglamento; y 3, establecer desde el principio del encuentro los criterios de actuación por los que se regirán. El Fútbol es un deporte pero también (y por ello) un espectáculo. En una sociedad como la nuestra.

JOSÉ CARMONA
Presidente