sábado, 10 de noviembre de 2012

LOS CADETES NO APROVECHAN UNA BUENA PRIMERA PARTE Y PIERDEN EL PARTIDO

En lo único que el Ranero ha superado a los Cadetes del Cehegín ha sido en el acierto de cara al gol y en la pillería de sus jugadores. El equipo de la capital domina ese "otro fútbol" al que tanto les cuesta aprender a nuestros chavales, El Ranero  no dejó nunca que los de naranja controlaran el tempo del partido a base de muchas faltas de esas "silenciosas" de las que el árbitro no suele castigar con tarjeta, al Ranero sólo le mostró una cartulina amarilla por cuatro al Cehegín.

El partido fue muy igualado, con una primera parte en la que los de naranja fueron superiores, pero como les pasa en otras ocasiones, no aciertan a marcar y eso se acaba pagando, con cero a cero en el marcador contaron con tres jugadas que bien pudieron cambiar el signo del partido: Cabezazo de Fofo desde dentro del área que el portero bien colocado bloca. Buen pase de Rubén que deja sólo ante el portero a Carrasco, éste eleva el balón por encima del portero y el disparo sale desviado por muy poco. Un balón que el portero local bloca al borde del área y al caer al suelo se le escapa, el árbitro decreta falta cuando Carrasco se disponía a marcar ante las protestas del Cehegín.

Así y sin merecerlo en un córner a favor del Ranero llegaría el primer gol: 1-0. A balón parado los de verde crearon el mayor peligro gracias a la altura de sus hombres, el primer remate de cabeza lo detiene Carlos que no puede hacer nada en el segundo desde cerca.
Con éste injusto marcador se llegaría al descanso.

En la segunda mitad los locales se limitaron a marcar de cerca a los jugadores más peligrosos del Cehegín, jugando a favor del marcador y buscando una y otra vez balones largos ya que el colegiado nunca pitaba fuera de juego, en uno de ellos el espigado delantero local arrancó unos dos metros en posición incorrecta y realizó una habilidosa jugada que le daría la tranquilidad: 2-0. Galopada del delantero del Ranero, sortea a su marcador y supera a Carlos por bajo.

Decir en favor de este equipo, que no debe de desanimarse, ya que el buen trabajo que están haciendo terminará por dar sus frutos.